En víspera de cumplir 500 años de la conquista de México-Tenochtitlán en 1521 y en los tiempos de pandemia que vivimos hoy día, volteamos los ojos a Santa María de Guadalupe, estrella de la evangelización de México, madre y consuelo de los mexicanos y todos los guadalupanos en el mundo.

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Ella estuvo con su pueblo en otros tiempos de pandemia como durante el virulento matlazáhuatl, periodo de 1736 a 1737, cuando la mortalidad superó a los nacimientos. A la fecha, Covid-19 ha cobrado la vida de miles y miles de mexicanos y muchas mas personas en el mundo entero. La Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe en la ciudad de México, el centro mariano mas grande del continente, capaz de movilizar a millones de fieles cada que se acerca el 12 de diciembre, esta noche del 11 de diciembre de 2020, mantiene sus puertas cerradas.

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Afuera, el aire frio decembrino lleva olor a rosas pues, el gran atrio hoy vacio de gente, luce tapizado de una enorme ofrenda de flores para la Virgen, compuesta por coloridos tapetes diseñados por artesanos tlaxcaltecas de Huamantla, con las mas de 80,000 rosas que regalaron los mexicanos a su virgen. Las mañanitas y las misas solemnes, se realizaron de manera virtual con el corazón mágico de la pantalla para que desde nuestros hogares y a pesar de los pesares, estuviéramos con nuestra Virgen del Tepeyac.