Proceso Creativo
“Me guio por la intuición y veo externamente con resonancia hacia mi, me inspiro en la naturaleza, los majestuosos bosques canadienses que veo como catedrales verdes y la tierra mexicana de rojo tezontle.
El sentido de lugar, la noción del espacio y la memoria, los movimientos que fluyen naturalmente en el tejido asociativo de la cultura y una estrecha relación con la naturaleza, son centrales en mi proceso creativo.
Una constante migración entre México y Canadá, me lleva a ver una identificación simbólica en la imagen del movimiento migratorio de la mariposa monarca, vínculo directo y quizá el más bello entre mis dos hábitats.
Tengo una relación afectiva con los materiales y con el paisaje, el lugar, el espacio natural y la arquitectura que vivo, el espacio en el que habito, en el que me muevo. En el proceso creativo desenvuelvo los misterios de cada material, forma y contenido para lograr que el dibujo respire su propio aire.
Sobre la superficie del papel de pequeño o gran formato, sea dibujado, esgrafiado, cortado, pegado, o bordado, recorro una serie de correspondencias visuales que existen entre natura, cultura y mi propia experiencia. Sobre las texturas y aromas de selva prensados en el papel artesanal y la memoria del maíz impresa directamente en el papel, mis dibujos abren un dialogo entre arte y natura, un paisaje imaginario con un ritmo intemporal.
Veo el arte como una forma de vida y desde el arte, respondo a lo que me rodea en la vida, el arte de Tamayo, Toledo, Van Gogh, Lebrun, el paisaje natural, los espacios que habito, el arte que me motiva, la poesía que me habla, la música que me mueve,
mis papeles artesanales, mis textiles mexicanos e indoneses, la cocina y las historias de sus ingredientes, sabores, aromas y colores, la cultura guadalupana, la cultura del cacaoChocolate y la sabia y milenaria cultura de la milpa.
Cuando trabajo, metafóricamente, estoy “haciendo milpa”. Trabajo en las series: milpapel/1000papers, Dibujando la vida con flores, Manos creativas, Árbol, Huipiles de papel, Flora, Cempoalxóchitl, Trópicos eternos /Evergreen.
En Migración: marcando huellas, memorias y territorios, mis instalaciones de papel, marcan un espacio donde el espectador puede reencontrarse consigo mismo, son un dialogo milpero, una suerte de ofrenda y canto a la naturaleza, una milpa de papel sembrada de marcas, imágenes, la huella de mi proceso creativo y la memoria del maíz impresa en el papel, que habla del lugar y como habitar el espacio.
Dibujo la vida a través de la forma de una flor, icónica de la fuerza y fragilidad de la vida y del diseño universal que todos compartimos, humanos, plantas y animales.
En ocasiones, mis dibujos se transforman en grandes huipiles de papel al recrear la forma tradicional del huipil de tres lienzos, objeto cultural que identifica genero y cultura y comunica añejas verdades en privado.
Los papeles artesanales y las micas de rocas colocados sobre los grandes amates, evocan la memoria en las capas de historia natural y cultural que dan forma y sentido a la Tierra o la imagen de los papeles artesanales colgados en hileras esperando que el aire termine con el proceso de fabricación.
Veo esta memoria en espacios arquitectónicos cuyos muros guardan las historias de quienes los habitaron, pero especialmente en esos espacios mágicos de belleza y respeto, que nutren el alma y dan luz a nuestra relación con el universo y evolución natural y cultural íntimamente ligada a la estética del lugar.
Pienso en espacios como Mitla, el Tepeyac, el zócalo de la ciudad de México donde en Chapultepec, viven los ancianos ahuehuetes guardianes de la poesía de Nezahualcóyotl, los santuarios de la mariposa monarca, el Territorio del Yukón y los bosques del norte de Ontario en Canadá, nación que lleva olor a hierba dulce, o sencillamente en una cañada de San Agustín Etla o las playas aun no desarrolladas en la costa mexicana del azul Océano Pacífico.
La tradición de la jardinería en Canadá, me enseño el proceso creativo de diseñar con diferentes tonos y texturas de plantas. Veo el jardín como un lugar entre el mundo civilizado y el natural. Mis dibujos recorren ese espacio, explorando la experiencia espiritual y sensorial de la creación. La imagen sagrada de Nuestra Señora de Guadalupe, imagen colectiva por excelencia de los mexicanos, se repite en mi obra, es un encuentro con mi ser mexicano. Desde siempre sostengo un dialogo con la Virgen, ella es central en mi crianza y en mi vida, es mestiza como nosotros, hecha de sustancias amerindias y europeas.
Con el vuelo tranquilo de las especies migratorias, en migración ritual, monarca papalótl y yo regresamos a la morada de nuestros ancestros, mi tierra, santuario de Guadalupe- Tonantzin, donde el día y la noche se suceden sobre el diseño milenario del petate. Es un regreso a nuestros orígenes, a la tierra de la milpa, los grandes agaves y los chapulines, el purpura caracol, el azul añil, y el negro copal. Regresamos al lugar de las hermosas ofrendas barrocas y las sonrientes calaveritas de azúcar, donde cada noviembre en día de muertos, a orillas del rio se entretejen la vida y la muerte en un ritual iluminado por los pétalos de oro del cempasúchil. Cuido de caminar por el cualli ohtli -buen camino y conmigo llevo siempre, la imagen que es la mía, la de la tierra del rojo tezontle, el amarillo biruxi’ y el naranja cempasúchil, donde el zenzontle canta en 400 voces, el chocolate de agua lleva flores y cada otoño las mariposas migrantes siempre regresan.
Entiendo el arte como una obra abierta al encuentro y en este sentido, el dibujo es una forma pensante y sensible. Mi dibujo deja una huella de mi proceso creativo, es un camino y continuo descubrimiento de mi correspondencia con el mundo que comparto.”